Las experiencias traumáticas como el abuso sexual pueden afectar profundamente a una persona, llevándola a desarrollar distintos mecanismos para lidiar con su dolor, entre ellos los trastornos de la conducta alimentaria (TCA). Aunque se trata de una relación compleja y difícil, reconocer el vínculo entre ambos puede ser clave para comenzar un proceso de sanación más completo y empoderador. Este artículo explora cómo el abuso sexual puede influir en la relación con la alimentación y el cuerpo, y ofrece algunas recomendaciones sobre cómo empezar a buscar ayuda.
¿Cómo se Relacionan el Abuso Sexual y los Trastornos Alimentarios?
Cuando una persona experimenta abuso sexual, su vida y su relación consigo misma pueden cambiar drásticamente. El dolor emocional, la pérdida de control sobre el propio cuerpo y la confusión que deja el abuso suelen tener un impacto profundo. Frente a esta situación, muchas personas intentan manejar sus emociones a través de la relación con la comida y el control del peso. Esta conexión puede darse de diferentes maneras, y entender estos mecanismos es un paso importante en la recuperación.
1. Recuperar el Control a Través de la Alimentación:
Después de un abuso, muchas personas sienten que han perdido el control sobre su propio cuerpo y sobre lo que les rodea. En algunos casos, los TCA surgen como una forma de intentar retomar ese control perdido. Al decidir qué, cuánto y cómo comen, algunas personas intentan restaurar una sensación de seguridad en su vida. Esta relación puede ser confusa y dañina, pero también puede mostrar una necesidad de encontrar seguridad y estabilidad.
2. Culpa y Autopunición:
Lamentablemente, es común que las personas que han sufrido abuso sexual carguen con una sensación de culpa o vergüenza, aunque no tengan ninguna responsabilidad en lo sucedido. Esto puede llevar a comportamientos de autopunición, como la restricción extrema de alimentos o el vómito autoinducido. En estos casos, los TCA no sólo están relacionados con la comida o la imagen corporal, sino que también se convierten en una manera de expresar el dolor y el auto-reproche, y de lidiar con emociones que pueden resultar abrumadoras.
3. El Cuerpo como Refugio o Escudo:
Tras una experiencia traumática, algunas personas pueden desarrollar una relación negativa con su cuerpo, viéndolo como algo que debe “modificarse” o “ocultarse”. En algunos casos, recurren a cambios drásticos en el peso como un escudo: bajar de peso para evitar que los demás los vean o subir de peso como una forma de protegerse de potenciales situaciones de abuso. Esto refleja cómo el cuerpo puede convertirse en una herramienta para intentar protegerse del dolor emocional y del miedo.
4. Aislamiento y Autoimagen:
Tanto el abuso como los TCA pueden llevar a una persona a un ciclo de aislamiento social. El abuso afecta la confianza y la autoestima, haciendo que algunas personas sientan que no pueden o no merecen conectarse con los demás. La vergüenza o el miedo al rechazo también suelen alimentar el aislamiento, lo cual puede empeorar la situación al generar una autoimagen cada vez más negativa.
¿Cómo Empezar a Romper este Ciclo?
La sanación puede parecer difícil al principio, pero existen pasos concretos y efectivos que pueden ayudar a quienes pasan por esta experiencia.
- Buscar Apoyo Terapéutico: Hablar con un/a profesional de la salud mental especializado/a en trauma y TCA puede ser el primer paso para comprender y sanar. Terapias como la terapia cognitivo-conductual, la terapia de exposición y la terapia enfocada en el trauma pueden ayudar a procesar las emociones y a desarrollar herramientas para lidiar de forma más saludable con el dolor.
- Encontrar Comunidad y Apoyo en Otros: Los grupos de apoyo, tanto en persona como en línea, ofrecen un entorno seguro para compartir experiencias y recibir comprensión y ánimo. Escuchar y conectar con personas que han pasado por algo similar puede ayudar a reducir la sensación de soledad y a aprender nuevas formas de lidiar con el dolor.
- Incorporar Prácticas de Autocuidado: Aprender a cuidarse y a reconocer el propio valor es esencial para construir una relación más sana con el cuerpo y la alimentación. Esto no siempre es fácil, pero el autocuidado puede comenzar con pequeños pasos, como establecer rutinas de descanso, alimentación equilibrada y ejercicio moderado, además de actividades que fomenten la conexión con uno/a mismo/a.
- Reeducar la Relación con el Cuerpo: Recuperar la conexión y el aprecio por el propio cuerpo puede llevar tiempo, pero es posible. Practicar el mindfulness y la compasión hacia uno/a mismo/a puede ayudar a reconectar con el cuerpo y verlo como un aliado en el proceso de sanación, en lugar de un enemigo o un reflejo de la experiencia de abuso.
El Rol de la Comunidad en el Proceso de Sanación
Para quienes han vivido experiencias de abuso y enfrentan TCA, un entorno comprensivo y respetuoso es clave. La sociedad tiene un papel importante en hacer que el camino hacia la sanación sea más fácil, especialmente en culturas donde estos temas pueden ser tabú. Al entender y hablar más abiertamente de la relación entre el abuso y los TCA, se facilita el apoyo para quienes pasan por esta difícil experiencia y se crean espacios donde no se juzga, sino que se comprende y se apoya.
Los trastornos alimentarios y el abuso sexual son experiencias que afectan profundamente, pero también son temas de los que cada vez se habla con mayor apertura. Si has pasado por una situación de abuso y te encuentras luchando con un TCA, es importante recordar que el apoyo existe y que buscar ayuda no sólo es posible, sino que es un acto de valentía y autocuidado.
Cada paso que das hacia la sanación es un paso hacia una vida más plena, en la que puedas vivir en paz contigo mismo/a y en armonía con tu cuerpo.
Por último te invito a que escuches el episodio del podcast, donde estoy segura encontrarás respuesta a muchas de tus dudas.
Karla Manzanilla