Como el Trauma Afecta la Relación con el Cuerpo y la Alimentación

Como el Trauma Afecta la Relación con el Cuerpo y la Alimentación

Para quienes han vivido abuso sexual, sobre todo en la infancia o adolescencia, las cicatrices emocionales van mucho más allá del momento de la experiencia. Estas vivencias afectan no solo la forma en que una persona se siente con respecto a su cuerpo, sino también su relación con la comida, su salud mental y su vida diaria. No es raro que el trauma termine reflejándose en trastornos alimenticios como la anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón, ya que estas conductas se convierten en una forma de afrontar o intentar controlar las emociones difíciles de procesar.

El abuso sexual deja a muchas personas con sentimientos de vergüenza, culpa y una desconexión profunda con su propio cuerpo. Estos sentimientos pueden crecer hasta el punto en que controlar lo que comen, cuánto comen o cómo se sienten con su cuerpo parece ser la única manera de “manejar” lo que están sintiendo. Esto puede llevar a desarrollar patrones destructivos, como restringir la alimentación (anorexia), darse atracones para calmar emociones intensas, o purgarse para aliviar la culpa y vergüenza. En estos casos, los problemas de alimentación son mucho más que una simple preocupación por la comida; son mecanismos de defensa frente al dolor emocional.

¿Por qué aparecen estos Trastornos?

Cuando alguien ha pasado por un trauma como el abuso, puede que ya no se sienta en control de su cuerpo, y que incluso sienta una especie de desconexión o rechazo hacia él. Para algunos, esto se traduce en querer “castigar” al cuerpo o cambiarlo, como una forma de compensar o, en algunos casos, hasta de borrar lo que ocurrió. Otros pueden experimentar un deseo de “limpiarse” del dolor y la vergüenza, y recurren a purgas o a restringir sus alimentos. Esta relación negativa con el cuerpo y la comida se enmarca en un ciclo muy doloroso donde la persona lucha constantemente con su autoestima, buscando alivio en conductas que, aunque destructivas, parecen ser la única manera de lidiar con lo que sienten.

La Influencia de la Sociedad y la Cultura de la Dieta

Vivimos en una sociedad que constantemente manda mensajes sobre cómo “debería” verse el cuerpo. Para alguien que ha pasado por abuso, estos mensajes pueden hacer que sus inseguridades se magnifiquen aún más. La idea de que un cuerpo “perfecto” es igual a felicidad o valor propio puede llevar a buscar el control mediante la alimentación o el ejercicio, intentando cumplir con esos estándares como una forma de encontrar validación. Sin embargo, esto solo refuerza el ciclo de vergüenza y autocrítica.

Apoyo y Recuperación: ¿Qué Puede Hacer la Diferencia?

La buena noticia es que el camino hacia la recuperación es posible. Sanar no significa solo cambiar hábitos de alimentación, sino también trabajar en las emociones y en los recuerdos que están detrás de estos patrones. Es importante que los sobrevivientes de abuso reciban apoyo integral, que no solo aborde el trastorno alimenticio, sino también las cicatrices emocionales del trauma. Aquí, la terapia puede ser una herramienta clave: los enfoques terapéuticos centrados en el trauma ayudan a que las personas aprendan a reconectar con su cuerpo y a verlo como un aliado, no como un enemigo.

Además de la terapia, es fundamental rodearse de personas que comprendan y apoyen el proceso. La recuperación no es lineal ni rápida; es un camino que tiene altos y bajos, y se beneficia de tener un entorno seguro y empático.

El Camino hacia la Sanación

Para quienes están en este proceso, recordar que el cuerpo es un aliado puede ser un cambio poderoso. La sanación implica aprender a escuchar y respetar al cuerpo, confiando en que está ahí para sostenernos. Esto significa también aprender a perdonarse y liberarse de la culpa y la vergüenza que el abuso pudo haber causado. A medida que se avanza en la recuperación, muchas personas encuentran que lo que antes veían como un ciclo interminable de dolor se convierte en una oportunidad para reencontrarse y descubrir nuevas formas de cuidarse y amarse.

La Importancia de la Esperanza y la Compasión Propia

La recuperación de un trastorno alimentario y de un trauma pasado no es un camino fácil, pero cada paso es una muestra de valentía y fuerza. Para quienes enfrentan estos desafíos, recordar que la sanación es posible y que el apoyo está disponible es un mensaje crucial. No se trata solo de trabajar en la relación con la comida, sino de reconstruir el amor propio y el respeto hacia uno mismo. Con paciencia, ayuda y mucha compasión, el cuerpo puede volver a sentirse como un lugar seguro, y la vida puede volver a ser disfrutada plenamente.

Te invito a que veas el episodio sobre este tema en mi canal de YouTube. Te dejo la liga aquí abajo

Saludos Karla Manzanilla

Corrección de estilo y redacción. Sergio Manzanilla

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