Existen conceptos importantes para el bienestar emocional que suelen confundirse: la autoestima y el autovalor. La autoestima es la percepción de uno mismo, basada en factores como logros, habilidades o la percepción de otros. Sin embargo, el autovalor va más allá y se centra en el valor intrínseco, es decir, el reconocimiento de que somos valiosos simplemente por ser quienes somos, independientemente de éxitos o fracasos.
Diferencia entre Autoestima y Autovalor
Tener una buena autoestima no significa necesariamente que se haya desarrollado un sentido de autovalor. La autoestima puede fluctuar dependiendo de factores externos (elogios, logros o la validación de los demás), mientras que el autovalor se mantiene estable y es incondicional. Las personas con autovalor sólido se valoran por ser quienes son, sin medir su valía por sus éxitos o errores.
Puntos Clave del Autovalor
- 1. Reconocer el valor interno: Eres valioso por ser quien eres, no por lo que logras o posees.
- 2. Aceptar errores: Cometer errores no disminuye tu valor. Los errores son parte de la experiencia humana y una oportunidad para aprender.
- 3. Cultivar la compasión hacia uno mismo: Valorar y respetar nuestro propio proceso es esencial, especialmente en los momentos de incertidumbre.
- 4. Enfoque interno: Construir autovalor implica dejar de buscar validación externa y reconocer que el valor propio ya existe dentro de uno mismo.
Qué No Determina el Autovalor
Es importante reconocer que el autovalor no depende de:
- – Cumplir objetivos diarios: Terminar tareas es satisfactorio, pero no define tu valía.
- – Posición laboral o social: Tu trabajo o estatus no determinan tu valor como persona.
- – Apariencia física: El valor humano va más allá de la apariencia.
- – Número de seguidores o validación externa: La cantidad de likes o seguidores en redes sociales no refleja tu verdadero valor.
- – Bienes materiales y éxito económico: El dinero aporta comodidad, pero no aumenta el valor personal.
Consejos para Desarrollar el Autovalor
- 1. Reflexiona sobre tu valor inherente: Cada persona es valiosa por existir; reconoce tu valor como algo permanente.
- 2. Permítete errores sin juzgarte: Ver los errores como una parte de la vida y una oportunidad de crecimiento.
- 3. Evita las comparaciones: Deja de medir tu valor en función de los logros de los demás y enfócate en tu proceso personal.
- 4. Practica la autocompasión: Sé amable contigo mismo en los momentos difíciles, recordando que tu valor es constante.
Fortalecer el autovalor es fundamental para una vida plena y resiliente. Cuando reconoces tu valor intrínseco, te vuelves menos dependiente de la validación externa y logras desarrollar una relación genuina y duradera contigo mismo. Este proceso es esencial, especialmente en la recuperación de trastornos alimentarios, ya que permite a la persona respetarse y cuidarse desde una base sólida de amor propio.
Recuerda que el camino hacia el autovalor es un proceso, y cada paso cuenta. Reconocer tu valor interno es una práctica de vida, que se fortalece con paciencia y compasión. Sigue avanzando en este recorrido, sabiendo que cada experiencia te aporta una lección y que tu verdadero valor está en ti, constante e inquebrantable.
Karla Manzanilla
Edición de Estilo: Sergio Manzanilla